Desde que tuve la oportunidad de vivir en Asia y estudiar algo de mandarín, siempre me ha llamado la atención lo naturaleza pictórica de la cultura China. Definitivamente los chinos son una muestra clara del famoso adagio “una imagen vale más que mil palabras”. No solo porque cada caracter de su lenguaje pinta lo que significa, sino también porque cada que han querido estudiar y explicar algo, lo han hecho a través de analogías y/o más imágenes.
Es así como, por ejemplo, bajo el contexto de la medicina tradicional china, el cuerpo se considera un microsistema, que forma parte y se comporta en forma similar al macrosistema que es el planeta Tierra, y como microsistema se compara con un imperio donde cada órgano tiene una responsabilidad que permite que el imperio funcione como tal.
Bajo este esquema, el corazón es el emperador, es el soberano de todos los órganos. Es responsable de la inteligencia, la sabiduría y alberga el Shen, o espíritu, así que la mente y la percepción residen en el corazón, no en el cerebro, como lo propone la medicina occidental.
Los pulmones son asesores, ayudan al corazón a regular el cuerpo, o el imperio en esta analogía. El hígado es como un general y trabaja en llave con la vesícula biliar que es como un juez por su gran poder de discernimiento. El estómago y el bazo se hacen cargo de la extracción y almacenamiento de nutrientes y el intestino delgado de su selección y distribución, entregando lo turbio al intestino grueso para su eliminación. Los riñones almacenan vitalidad, movilizan las extremidades, tienen funciones de coordinación y trabajan en llave con la vejiga donde convergen los fluidos y tras ser catalizados, se eliminan.
Todos los órganos deben trabajar armoniosamente para que el imperio permanezca. Sin embargo, la toma de decisiones es el trabajo del emperador, o sea del corazón.
Por esta razón, si el Shen o espíritu que reside en el corazón es claro, todas las funciones de los otros órganos serán normales y la vida se perpetúa, así como un país se mantiene próspero cuando es dirigido correctamente y todo su pueblo cumple con sus deberes. Si el espíritu está perturbado y poco claro, los otros órganos no funcionarán correctamente y la salud se perjudicará. En otras palabras, siguiendo la analogía, todos los residentes del imperio se verán afectados.
Aunque la medicina occidental coloca al cerebro como el comandante de todos los órganos, existen estudios de investigación científica los cuales han comparado la respuesta del corazón y la respuesta del cerebro a imágenes negativas y positivas altamente emotivas y dichos estudios han revelado que el corazón responde primero que el cerebro.
Dicho lo anterior, los chinos parecen estar en lo correcto, el corazón es el emperador, el corazón sabe lo que el cerebro sabe y mucho más, por lo tanto, mantén tu corazón sano y tu espíritu claro.
Ayúdate masajeando dos o tres minutos, dos o tres veces al día, el centro de la palma de tus manos con la otra mano, en el lugar donde al doblar tu dedo del corazón, su punta toca la palma.
Además, practica Los Cinco Hábitos Matutinos para Tener un Gran Dia, yo no los cree para sanar tu corazón, pero seguro que te van a ayudar.